La estrategia empresarial en el sector del marketing de la República Dominicana se encuentra en una etapa de rápida digitalización con profundos desafíos de implementación.

La principal problemática reside en una brecha de capacidad estratégica que se manifiesta en dos niveles:

 * Nivel Organizacional: Las PYMES y muchas empresas en general luchan con la falta de datos precisos para la planificación, un presupuesto limitado y la tendencia a confundir la estrategia con la publicidad aislada.

 * Nivel de Ejecución y Entorno: Aunque el país ofrece una alta penetración digital y existen mecanismos de apoyo gubernamental (MICM, Centros MIPYMES), la implementación se ve frenada por la escasez de talento especializado y el riesgo latente de errores socioculturales en la comunicación, lo que obliga a las empresas a ser extremadamente sensibles y precisas en su mensaje.

En resumen, el éxito estratégico dominicano requiere ir más allá de la mera presencia digital; exige una profunda alineación entre la planificación basada en datos y una ejecución sensible al contexto cultural y social del consumidor dominicano, aprovechando las ayudas existentes para formalizar y capacitar a las estructuras internas.